Amígdalas inflamadas sin fiebre: Faringitis o Amigdalitis

Amígdalas inflamadas sin fiebre

Los términos conocidos como dolor de garganta faringitis y amigdalitis, generalmente son utilizados por las personas como una misma dolencia y Por ende un mismo significado.

Pero muchos de ellos son totalmente erróneos y se sabe científicamente que estas tres definiciones son totalmente diferentes.

La amigdalitis es cuando las amígdalas se encuentran inflamadas y causan mucha molestia

La faringitis en cambio es una infección que es provocada por ciertas bacterias, entre las más comunes son los estreptococos, cuando ocurre la faringitis el niño o persona adulta puede presentar diversas inflamaciones No sólo en las amígdalas sino también en sus alrededores.

El dolor de garganta común es cuando se ve presentado algún tipo de molestias o irritaciones dentro de la garganta y no especialmente alrededor o en las amígdalas.

Índice
  1. Amígdalas inflamadas sin fiebre
  2. Qué pasa si tenemos dolor de las amígdalas y lo tenemos fiebre
  3. Cómo podemos tratar este dolor

Amígdalas inflamadas sin fiebre

Lo más normal es que este tipo de dolores de garganta e inflamaciones en las amígdalas que no presentan fiebre, pueden permanecer por un aproximado de 2 a 3 días sin extenderse mucho más y desaparecer con gran facilidad.

Y este no es el caso nos encontramos con cierta adversidades que generan fiebre Después de varios días además de un dolor de oído, en este tipo de casos estamos hablando de infecciones bastante importantes por lo que es necesario acudir al médico pues la enfermedad pude de generar mayores complicaciones.

Qué pasa si tenemos dolor de las amígdalas y lo tenemos fiebre

Si se padece de dolor de garganta y no presenta fiebre lomas común puede ser una faringitis muy leve, la cual puede ser ocasionada Por alguna infección vírica o bacteriana, así como no tener moderación en el consumo de alcohol, tabaco o haber forzado demasiado la voz.

Cómo podemos tratar este dolor

Combatirlo es extremadamente fácil, puede ser utilizando diferentes remedios naturales cómo serían las infusiones de limón con miel, o gárgaras de agua templada con sal.

Además de ello es muy importante tomar abundante agua y evitar algún ambiente seco que reseque la garganta.

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